Imagen elaborada con Bing Image Creator |
De las estrategias de marketing, la fijación del precio es una de las actividades que exige mayor cuidado y análisis debido a que de esta dependen en buena medida las ventas y utilidades, y en consecuencia la sostenibilidad y crecimiento futuro de la organización.
Debido a su carácter estratégico, el precio no solo se encuentra influido por los costos imputables al producto, sino que también responde a muchas variables como la sensibilidad de la demanda del consumidor a diferentes alternativas de precio, aunado a los clásicos factores determinantes como el precio de la competencia y de los bienes sustitutos, el ingreso disponible de los compradores, sus gustos y preferencias; entre otros.
Particularmente para la micro y pequeña empresa del sector detallista (retail) que comercializa productos perecederos, es importante acertar con el precio óptimo a fin de obtener el mayor ingreso por venta y utilidad posible.
Un inventario de mercancía muy alto que no se venda significará pérdidas debido al deterioro inminente de la mercancía; del mismo modo inventarios por debajo de la demanda real implicará una pérdida de ventas a causa de la demanda insatisfecha.
A pesar de todo lo dicho, al momento
de fijar el precio los pequeños detallistas no suelen realizar un análisis riguroso de la variación de la demanda a diferentes precios de
venta. En otras palabras no hacen mucho caso a la ley de la demanda.
Para
entender el alcance de esta ley procedemos a incluir nuestro primer bloque de teoría
básica:
La ley de la demanda establece que hay una relación inversa entre precios y cantidades demandadas, es decir que si aumenta el precio se obtendrá cantidades de demanda más baja; y viceversa, si el precio baja las cantidades demandadas aumentan¹
Sobre este punto, sabemos cómo consumidores que para todos los productos no respondemos de la misma forma ante una variación en el precio. Hay productos que un cambio en el precio nos produce reacciones muy ligeras en la demanda, mientras que hay otros para los que se tiene una mayor sensibilidad ante un aumento o disminución del precio de venta.
Esta sensibilidad
en la demanda a variaciones en el precio es lo que se conoce como elasticidad
de la demanda. Vamos entonces a nuestro segundo bloque de teoría básica:
Si un cambio en el precio genera una variación proporcionalmente menor en la cantidad demanda se dice que la demanda es inelástica. Del mismo modo, si un cambio en el precio genera una variación proporcionalmente mayor en la cantidad demanda se considera que la demanda es elástica
Descripción del Caso de Estudio
Expliquemos esto
con un pequeño ejemplo para entenderlo mejor. Vamos a referirnos al caso de María.
Ella es una microempresaria que vende hortalizas en el mercado municipal de la
ciudad donde vive.
El tomate es el
producto cuya venta genera el 30% de los ingresos brutos semanales del negocio,
por tanto la logística de compras como el proceso de ventas son algo
estratégico que María atiende personalmente.
El proveedor de María le notifica que el precio del tomate aumentará a 6.000,00 bs/kg para esta semana. Ella hace sus números y determina que su margen comercial se reduce si mantiene el precio anterior de venta al público de 8.000,00 bs/kg; por lo que está considerando aumentar el precio a 9.000,00 bs por kg.
Sin embargo, antes de tomar una decisión definitiva decide hacer un análisis de elasticidad de la demanda para los dos precios considerados.
Para el precio más
bajo (8.000,00 bs) nuestra microempresaria estima que podría vender 200 kgs durante la semana,
mientras que con el precio de 9.000,00 bs las ventas serían de 185 kgs. María
necesita establecer cuál es el mejor precio de venta a fin de tomar la decisión
de compra más conveniente con su proveedor.
Ayudando a María a con las fórmulas y los cálculos
A fin de obtener los datos que soporte la decisión de precio, procedemos a calcular cual
es el tipo de elasticidad precio-demanda que corresponde a su caso, mediante la
fórmula:
e= [Δ%Q/Δ%P] donde:
e= Indice de
elasticidad de la demanda
Δ%P= Variación
porcentual en el precio
|
Procedemos entonces a obtener los valores de nuestras dos variables. Para ello necesitamos calcular la variación
porcentual del precio y de las cantidades demandas de acuerdo a los datos
disponibles
Cálculo de la Variación Porcentual del Precio
La variación porcentual
(%) del precio se obtiene al dividir la diferencia que existe entre ambos precios, entre el promedio de los precios considerados (P1 y P2) multiplicado por
100, mediante la siguiente fórmula:
Δ%P= [P1-P2/(P1+P2)/2
] *100 donde
P1= Precio más alto
P2= Precio más bajo
Al sustituir
valores en la formula anterior tendríamos:
Δ%P= [9.000,00-8.000,00/(8.000,00+9.000,00)/2]*100
Realizando las
operaciones de la fórmula anterior obtenemos el siguiente resultado:
Δ%P= 11,76
%
Cálculo de la Variación Porcentual de las cantidades
demandadas
Por su parte la
variación porcentual (%) de las cantidades demandadas se obtiene de forma
análoga mediante la fórmula:
Δ%Q= [Q1-Q2/(Q1+Q2)/2]
donde:
Q1= Cantidad
demandada más alta
Q2=Cantidad
demandada más baja
Al sustituir
valores en la fórmula tendríamos:
Δ%Q= [200-185/(200+185)
/2] *100
Realizando las
operaciones de la formula anterior obtendríamos el siguiente resultado:
Δ%Q= 7,80
%
Calculando el índice de elasticidad
Como queremos conocer el índice de elasticidad, sustituimos los valores encontrados en la formula:
e= Δ%Q/Δ%P-->7,79/11,76
lo que nos da el resultado siguiente:
e=0,66
El resultado anterior nos indica que se trata de una demanda inelástica ya que el índice resultante es menor a 1, y donde el valor obtenido nos da la distancia porcentual que separa la variación porcentual (%) de Q (cantidades demandadas) con respecto a la variación porcentual (%) experimentada por P (Precio de venta)
Tomando la mejor Decisión de Precio
Ahora te estarás
preguntando ¿para qué le sirve todo esto a María a fin de decidir qué precio le
coloca a su producto perecedero? Pues aquí va la explicación.
La elasticidad de
la demanda le va servir a nuestra amiga para decidir la mejor estrategia de
precio, dada las dos alternativas conocidas de precio-demanda. ¿Cuál precio colocar,
el más bajo donde obtiene la mayor demanda o el más alto donde la demanda es
menor?
La respuesta queda
previamente determinada de acuerdo a lo establecido en la teoría de la
elasticidad de la demanda. Vamos a nuestro tercer bloque de teoría básica:
Cuando la demanda es inelástica (e<1) el precio que permite obtener el mayor ingreso por ventas es el más alto de los dos considerados. Por su parte cuando la demanda es elástica (e>1) el precio que permite obtener el mayor ingreso por ventas es el más bajo de los dos considerados
Volviendo a nuestra
amiga María, debido a que la demanda es inelástica el precio de venta adecuado para
su caso es el de 9.000,00 bs, con el cual obtendrá un ingreso por ventas de
1.665.000,00 bs que resulta de multiplicar el precio P2 por la demanda Q2; es decir
(9.000,00*185).
Como se puede comprobar el ingreso por ventas
es 65.000,00 bs mayor a la alternativa del
precio más bajo que da un ingreso por ventas de 1.600.000,00 bs; producto de
multiplicar P1 por la demanda Q1=(8.000,00x200).
Finalmente, con el
precio adoptado de 9.000,00 bs María se beneficia de tres formas:
1.-Obtiene más
ingresos por ventas
2.-Incurre en unos
costos menores por tener que manejar una cantidad más baja de mercancía
3.-Invierte una
cantidad menor de dinero, cuya diferencia puede destinar a otro rubro de su
línea de producto.
Espero que te haya sido útil esta breve explicación y que la puedas poner en práctica al momento de fijar el precio de venta de tu producto perecedero.
¹ El enunciado de la ley de la demanda asume que los factores determinantes se mantienen constantes, por ejemplo: ingreso de los consumidores, gusto y preferencias, precio de los productos competidores y bienes sustitutos; entre otros
0 Comentarios